5144. La reina de las alturas. PERFIL DE YELENA ISINBAYEVA. Sus primeras incursiones en el mundo de deporte fueron en la gimnasia.

Yelena Gadzhiyevna Isinbayeva

FOTO: REUTERS (marca.com)

Sus primeras incursiones en el mundo de deporte fueron en la gimnasia, disciplina que practicó de los 5 a los 15 años, pero que tuvo que dejar por ser excesivamente alta para la competición.

• Yelena Isinbayeva

DAVID MENAYO. Oviedo

Yelena Gadzhiyevna Isinbayeva nació en Volgogrado (Rusia, 1982) en el seno de una familia modesta. De padre fontanero y madre dependienta, la 'zarina' siempre agradeció que sus progenitores le sufragaran los gastos de su temprana carrera deportiva.

Sus primeras incursiones en el mundo de deporte fueron en la gimnasia, disciplina que practicó de los 5 a los 15 años, pero que tuvo que dejar por ser excesivamente alta para la competición (ya medía 1.70 en plena pubertad); sin embargo, la propia Isinbayeva ha confesado en más de una ocasión que la gimnasia merece el 60% de los éxitos que ha cosechado hasta la fecha, ya que la han dotado de una gran flexibilidad y fuerza, dos cualidades indispensables en una pertiguista.

Isinbayeva cambió las cintas, los aros, las pelotas y el tapete de la gimnasia por la pértiga, el listón y el tartán del atletismo. En sólo un año estaba compitiendo a nivel internacional. Entre su primera competición seria, el Mundial júnior de Annecy (Francia), y su última aparición en las pistas, en el Gran Premio de Shanghai el pasado mes de septiembre, Yelena ha forjado su propia leyenda.

"Mi madre siempre decía que cada uno tiene su personalidad, que imitar a alguien es malo y que sólo con trabajo puedes lograr todo. Por eso nunca quise parecerme a alguien, nunca tuve ídolos", señaló la rusa. A pesar de su afirmación, no ha podido evitar que se la compare, por diferentes motivos, a Sergei Bubka.

Comprometida con la realidad social
Aunque la superclase rusa siempre ha querido desligarse de la figura del ucraniano, sus vidas profesionales han ido bastante paralelas. En el 2005, la rusa dejó de trabajar con Yevgueny Trofimov en Rusia debido a un estancamiento en su progresión y emigró a Formia (Italia) para entrenarse con Vitaly Petrov, el que fuera preparador de Bubka. Con él logró convertirse en la primera mujer en superar la barrera de los cinco metros.

Desde el Campeonato del Mundo Indoor de Lisboa en 2001, donde consiguiera su primera plusmarca mundial, hasta el Grand Prix de Zúrich del pasado mes de agosto, donde fijó el listón en 5.06, Isinbayeva ha sumado un total de 27 plusmarcas mundiales. La fuerza de sus brazos, la técnica depurada que esgrime en cada ejercicio y el carácter competitivo que lleva en la sangre, hace que uno de sus sueños sea superar los 35 récords mundiales a los que llegó Bubka. ¿El listón? Quizá el de esta mujer no tenga límites.

Fuera de las pistas, Yelena sigue siendo deportista. Duerme once horas diarias (nueve por la noche y dos más de siesta) y nunca se levanta más tarde de las nueve de la mañana. En su día estudió educación física y le gusta cultivarse leyendo libros sobre Rusia, su Rusia, donde mantuvo residencia hasta no hace mucho tiempo, que se mudó a Montecarlo. Nunca se olvida de sus fans, con los que mantiene contacto a través de las redes sociales (mantiene actualizada su mensajería de Twitter y tiene 50.000 admiradores en Facebook).

Una mujer, la rusa, comprometida con la realidad social, de ahí que se preste la primera a colaborar en campañas que promuevan la defensa de los niños. Todo hace indicar que la fecha de caducidad de Yelena Isinbayeva en las pistas es el año 2013; hasta entonces, habrá que disfrutar de esta deportista de altura.

Fuente: marca.com

 
a