lunes, 1 de febrero de 2010

5721. Biblioteca de Autores Manchegos, 25 años de libros y lectores. Los artífices del proyecto fueron Javier Martín del Burgo y Manuel Juliá

Hace veinticinco años, el día uno de marzo de 1985, se presentó el libro Ciudad Real. Poesía última, editado por la Diputación Provincial. Se trataba de una antología de poetas jóvenes que nunca habían tenido la oportunidad de ver recogido su trabajo en una obra impresa. Éste fue el primer título de la Biblioteca de Autores Manchegos, singular iniciativa que ahora cumple su primer cuarto de siglo. Los artífices del proyecto fueron dos destacados políticos ciudadrealeños: Javier Martín del Burgo y Manuel Juliá, presidente y diputado del Área de Cultura de aquella corporación. En la hora del aniversario su balance es magnífico: más de trescientas obras publicadas y un millar largo de socios que anualmente pagan una cuota anual de 30 euros y reciben diez libros, en tres envíos cuatrimestrales.
Quienes se dedican a la escritura, la poesía o la investigación conocen de sobra las dificultades que entraña ver editadas sus obras en el ámbito de una región como la nuestra, donde esta actividad privada es modesta y mayoritariamente voluntariosa, correspondiendo el peso de las nuevas publicaciones a las instituciones y entidades oficiales. Dentro de las mismas, la Diputación de Ciudad Real es todo un ejemplo, gracias a la labor que desde hace veinticinco años desarrolla la Biblioteca de Autores Manchegos, con obras de divulgación científica o humanística, etnografía, ciencias sociales, historia o creación literaria. Dentro de este último apartado destaca su colección «Ojo de Pez», que hasta la fecha ha sacado setenta y cuatro títulos, recogiendo obras de autores tan destacados en el panorama literario nacional como Ángel Crespo, Antonio Fernández Molina, Nicolás del Hierro, Dionisio Cañas, López Andrada, Corredor Matheos o Miguel Galanes. También se ha cuidado la edición de facsímiles de obras clásicas o históricas que hasta el momento se encontraban agotadas.
SISTEMA DE ABONADOS. La experiencia de la Biblioteca de Autores Manchegos es bastante peculiar. Por una parte destaca, como antes mencionamos, su sistema de abonados, mediante venta por suscripciones. «Gracias al mismo –apunta José Luis Loarce, responsable técnico de la BAM-, los lectores pueden recibir en casa todas nuestras publicaciones a un precio más reducido que en librerías. Así aumentamos nuestra rentabilidad social, cultural y económica, pues nos aseguramos que la totalidad de nuestros libros llegan a hogares, centros o instituciones que de otra manera sería más complicado». Otra singularidad es la selección de trabajos a publicar, que se realiza mediante convocatoria pública anual abierta a todos los autores nacidos o residentes en la provincia de Ciudad Real. Gracias a este oferta, las posibilidades se amplían a un considerable número de escritores. Para redondear el ciclo, los títulos editados por la Biblioteca son comercializados en toda España a través de una distribuidora de ámbito nacional.
Veinticinco años de historia dan para mucho. En la crónica de esta apasionante aventura editorial hay algunos hitos bien destacados. Uno de ellos se escribió el día 9 de marzo de 1989 en el mítico Chicote de Madrid, donde se presentó el libro Pedro Almodóvar, la otra España Cañí, de María Antonia García de León y Teresa Maldonado, que fue la primera monografía publicada en todo el mundo sobre el laureado director manchego, quien asistió al acto en unos momentos en que por primera vez había sido nominado a los Oscar por Mujeres al borde de un ataque de nervios. En el año 1990 nació la colección infantil/juvenil «Calipso», en la que ya se han publicado veintidós títulos. Cuatro años después aparece el que, hasta el momento, ha sido el libro más vendido de la Biblioteca: La Guerra Civil en la provincia del historiador Francisco Alía, que ya ha alcanzado cuatro reediciones. A finales de los años noventa, la BAM participó con stand propio en la Feria del Libro de Madrid y desde entonces ha estado presente en todas las ediciones de la Feria Regional que se celebra en Cuenca.
Por cerrar este capítulo, dos últimas referencias. En 2009, un autor colombiano, Carlos Pino, alumno de postgrado en la Facultad de Letras de Ciudad Real, se convirtió en el primer extranjero que publicaba una novela corta en la BAM; también, el año pasado, se inició una serie dedicada a monografías de fotógrafos actuales, siendo el primero de ellos David Céspedes.
La responsabilidad política de la Biblioteca de Autores Manchegos corresponde al diputado Ángel Caballero Serrano, vicepresidente segundo de la entidad y alcalde de Alcolea de Calatrava, quien tiene muy claro su objetivo de en este aniversario: «continuar siendo un servicio público para el fomento y desarrollo de la cultura en la provincia, acoger las propuestas interesantes de publicaciones que se nos hagan y contribuir a fomentar la lectura en todos los pueblos de Ciudad Real». Que así sea, al menos, por otros veinticinco años.

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